Passa al contingut principal

Sorpréndeme

Todos los días nos cruzamos con gente por la calle. Personas concretas, con nombre y apellidos que para nosotros no son más que un rostro en un café o una cara al cruzar el paso cebra. Personas que, no es que no nos importen, sino que no las conocemos y, por tanto, forman parte de una masa que nos afecta sin llegar a importarnos mucho.

Aún así, cada día salen y entran personas en esa masa. Es difícil describir el proceso, pues es algo que sucede sin que nos demos cuenta. En lo más hondo de nuestra conciencia, tenemos algo parecido a una carpeta donde guardamos y archivamos los nombres, apellidos, situaciones vividas y datos de todas las personas a las que conocemos. Cuando conocemos a alguien, entra en nuestra base de datos. Normalmente es un proceso relativamente lento durante el cual vamos añadiendo datos a medida que vamos conociendo mejor a la persona, pero a veces esto sucede mucho más rápido de lo previsto, y pasamos a conocer mucho mejor a alguien que apenas hemos visto un par de veces que a alguien que hace años que vemos casi a diario.

Se podría decir que una entrada demasiado rápida puede ser rara, parecer forzada. No es típico confiar más en alguien que apenas conocemos que en alguien con quien hemos vivido mil experiencias. Pero ahí llega el factor sorpresa. Es difícil de creer que alguien pueda ganarse nuestra confianza de manera casi inmediata si no nos ha sucedido nunca, pero es sorprendente la manera en que fluyen las cosas con ciertas personas, como podemos tener la sensación de estar mejor hablando con alguien por segunda vez que con otro por milésima. Como podemos ser nosotros mismos y sentir que no nos juzgarán digamos lo que digamos hablando con un casi desconocido y querer que él sienta también lo mismo al hablar con nosotros. Confiar y querer que confíe. Sentir que esa persona ha pasado a importar lo mismo o más que muchos otros, en un tiempo casi inexistente.

No es cuestión de tiempo, de intención, de la persona, ni de ningún factor en concreto. Supongo que es una mezcla de proporciones mágicas que, dependiendo de la situación y todo lo que la rodea, hace que sintamos que le podemos decir a alguien "sorpréndeme" y entre casi instantáneamente a ocupar uno de los pilares de nuestra existencia. Alguien que, saliendo de la nada, pasa a importarlo todo.

Comentaris

Entrades populars d'aquest blog

Com cada matí

6:15 Com cada matí, sona el despertador. Em fa mandra llevar-me, però cal guanyar-se el jornal per poder viure de manera digna. Només cinc minuts més, penso mentre m'estiro i em giro. 6:20 Com cada matí, segueixo tombat. Però ve la Diana a dir-me bon dia. Ella és l'única capaç de donar-me les forces necessàries per llevar-me del llit. 6:25 Em dutxo, esmorzo i preparo el dinar. Sempre la mateixa rutina. 6:45 Com cada matí, vaig cap al metro. Conec cada carrer, cada edifici, cada semàfor, cada banc, cada paperera. La Diana m'acompanya, curiosa, inquieta, mirant a tot arreu. 6:55 Enfilem la petita escala per entrar a la parada i comencem el descens cap a les profunditats. Avui la màquina de l'esquerra per picar el tiquet no funciona, ens movem cap a la del mig. I tornem a baixar. Sembla que les escales no acabin mai, però només són 30. No n'hi ha per tant. Mai m'ha agradat fer servir l'ascensor. I a la Diana li fa por, no es porta bé amb les portes a...

Niebla

Era una mañana de enero, aunque el frío no era especialmente insoportable. Andaba por la calle con las manos en los bolsillos de la chaqueta, abrochada hasta cuello y llevaba una tupida bufanda de lana para que el aire no atravesase la barrera de ropa y llegase a rozar mi piel. Reinaba un ambiente fantasmal. La niebla cubría todo lo que me rodeaba y sólo me permitía ver a un par de metros por delante de mí. Siempre me ha gustado la niebla, hace que todo sea diferente y le da intriga a un mundo en el que cada día parece igual que el anterior. Pero mi mente ya no estaba en este mundo. Perdida entre pensamientos, me imaginaba todo lo que podía aparecer al otro lado de la bruma. Me encanta ver los edicios altos sobrepasar las nubes. Parecen castillos encantados de la época moderna. ¿Y si todo fuese como en los cuentos de hadas? Por otro lado, la bruma hace que no veas lo que te rodea. Todo aquello que vemos día tras día se convi...

St. Jordi (8)

Però quan només li quedava un botó... - Riiiing. El telèfon. - Ho sento. Salvada per la campana. Va dir-li a la Laura, guinyant-li l'ull. Després d'estar deu segons al telèfon, era una companyia telefònica, va penjar. Veient la Laura asseguda al sofà mirant-lo, va posar-se la samarreta i, amb un somriure a la cara va dir: - Anem a prendre l'aire millor? Estaven asseguts en un banc del parc quan, de sobte, la Laura va canviar de tema i va preguntar: - Per cert, canviant de tema, per quan són els bitllets a Londres? - Es pot canviar si no et va bé però, en teoria, són per la setmana després de la teva última setmana d'exàmens. Tens alguna cosa a fer? Va preguntar ell, preocupat. - Sí. Va dir ella amb cara de seriosa, mig preocupada. - Què? - Anar a Londres amb tu. Va arrencar a riure i a fer-li pessigolles. El seu...