En ocasiones tengo ganas de apagar mi mente.
Algunas veces, cuando pensamientos o recuerdos negativos me vienen a la mente, me gustaría poder echarlos. Olvidarlos, apartarlos, ignorarlos. Pero no es posible. No cuando están en primer plano.
Normalmente cuando estoy sola y no tengo nada que hacer o con quien hablar, mi mente se enciende y se pone a pensar. Supongo que, dependiendo del contexto, del día, de mi estado de ánimo... Pero tengo la sensación de que lo que más llega a mi mente son las cosas negativas. Quizá no me fijo tanto en las positivas.
En estos casos me gustaría poder apretar un botón para cambiar de canal. Cambiar de tema de conversación, ocupar mi mente con cualquier otra cosa solo por olvidar lo que la ocupa en ese mismo instante. Eso que duele en el alma y en el corazón.
Es entoces cuando me gustaría poder apagar la mente. Dejarla en blanco. No pensar en nada. O pensar en algo bueno, pero sin pensar mucho. Como un salvapantallas, que gasta menos pero sirve para recordarte que el ordenador sigue allí, y encendido.
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